Las Americas Pertenecen a Nuestra Senora
by
Thomas A. Droleskey
(Translated into Spanish by Mr. Juan Carlos Arenta)
"En el camino de vuelta a los Petits-Fosses, Bernadette ha revelado
en un momento determinado que la Aparición parecía diferente al
anterior. De repente gritos fuertes eructó de la tumba, había rasgado el
silencio sagrado de Masebielle. El desafío cruzado, chocó con otros,
como el clamor de una multitud peleando. Una voz, mas furioso que el
resto, rugió: Fuera de aquí! Bernadette adivinó acertadamente que la
maldición mortal no era de ningún modo dirigido a su humilde persona,
sino que era un ataque dirigido mas allá de ella a la visión de la luz
por encima de la eglantina. "
La visión miró
meramente en la dirección de la corriente. Esta sola mirada, una de
autoridad soberana, ha reducido al ruido invisible al silencio: el
enemigo de todo lo bueno no la echaría desde la gruta donde dio a su
publico. 'Esta en una furia. Tanto mejor! El Santo Cura de Ars decía.
'Me deja saber a sí mismo cuando grandes pecadores se acercan.
En
Masebielle, el futuro era demostrar que el espíritu del mal, en este
arranque de furia, había admitido su derrota, no era para extinguir el
gran resplandor que emite desde este oscuro y tranquilo rincón, donde
tantos pecadores renunciaría el pecado (Abbe François Trochu, Bernadette
Soubirous).
El diablo y sus secuaces saben que
han sido derrotados por Nuestro Señor Jesucristo sobre el pecado y la
muerte que El ganó en la madera de la Santa Cruz en el Viernes Santo y
se manifiesta cuando resucitó de la muerte entre los muertos en el
Domingo de Pascua. El diablo sabe que Ntra.Señora, la Nueva Eva, ha
aplastado su tacón en la cabeza, robándole un poder real sobre los
hombres sino tratar de atraerles caer en sus garras. El diablo, maestro
de la mentira y el príncipe de las tinieblas, es impotente ante la
humildad. Quién es más humilde que la mujer que estaba llena de gracia
desde el primer momento en la Inmaculada Concepción en el vientre de su
madre? Una palabra de la Virgen y deben de huir el diablo y sus
secuaces. Todo lo que necesita para que podamos vencer al diablo y sus
tentaciones, es decir una Ave María con fervor. El debe ir.
Nuestra
Señora se ha manifestado en varias ocasiones en el pasado milenio en
lugares donde el diablo estaba muy ocupado luchando contra la verdadera
fe. Ella apareció a Santo Domingo de Guzmán, en el sur de Francia en
1214 para darle su Salterio, el Santísimo Rosario, con la que luchar
contra la herejía de los Albigenses. El diablo había incitado a los
herejes para asesinar a los fieles católicos y robar su ganado y quemar
sus fincas. El era incapaz de resistir el contraataque lanzada por Santo
Domingo por medio del Rosario de la Santísima Virgen. Los Albigenses
fueron derrotados. La fe católica se presentó otra vez en el sur de
Francia, donde los herejes tenían su fortaleza.
El
continente americano se encontraba bajo el dominio del diablo antes de
la llegada de Cristóbal Colón y los primeros sacerdotes que pisaron el
Nuevo Mundo desde San Brendan y los monjes irlandeses habían hecho un
millar de años antes. El salvajismo de proporciones monstruosas,
incluyendo el sacrificio humano y el canibalismo y la adoración abierta
del diablo. abundaban entre los pueblos indígenas, especialmente los
aztecas y los mayas de Méjico. A pesar de estos paganos salvajes
comenzaron a ser eclipsada en los primeros años de la conquista española
en la colonización de América Latina, donde los demonios todavía
ejercen influencia sobre las supersticiones hasta 1531.
Sí,
fue en Martes, 12 de diciembre 1531(calendario juliano), que la Madre
de de Dios, María Inmaculada, dejo una imagen de sí misma en la tilma de
Juan Diego cuando se arodilló a venerarla después de recoger las rosas
castellanas en las rocas de colina del Tepeyac que el Administrador
Apostólico(y más tarde obispo) monseñor Zumáragga quería como prueba de
la demanda de Juan Diego que había visto por primera vez la Virgen
cuando se dirigía a la Santa Misa en Sábado, 9 de diciembre 1531. Fue
durante esa primera aparición que la Virgen le dijo a Juan Diego que
ella quería que fuera a Mons. Zumárraga y tener un santuario construido
en su honor en la ciudad de Méjico:
"Porque yo soy vuestra
piadosa Madre, a ti y a toda la humanidad que me aman y confían en mí e
invocan mi ayuda. Por tanto, vayase a la casa del obispo en la Ciudad de
Méjico y digaselo que la Virgen María le envió a dar a conocer su
deseo."
Ntra. Señora quiso llegar a cabo la
conversión de las Américas a la fe verdadera. La Madre de Dios no es una
sentimental cursi que suele tranquilizar a los pecadores reincidentes
que todos van al cielo, no importa lo que ellos creen y no importa cómo
actúan. Ese no es el mensaje impartido a Jacinta y Francisco Marto y a
Lucía dos Santos en Fátima, Portugal. No, Ntra. Sra. advirtió estos
niños pastores a rezar rosarios para los pobres pecadores para salvarlos
del fuego del infierno, una visión de lo que ella les mostró el 13 de
julio de 1917:
Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego
que parecía estar bajo la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios
y almas en forma humana, como si fuesen brasas transparentes y negras o
todas de bronce bruñida, que fluctuaban en el incendio, ahora
levantadas en el aire por las llamas que salían de ellas mismas,
juntamente con nubes de humo, ahora cayendo por todos lados como chispas
en un fuego inmenso, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de
dolor y desesperación, que horrorizaban y hacían estremecer de miedo.
Los demonios se distinguían por sus semejanzas de animales desconocidas,
espantosas y repulsivas, todo negro y transparente. Esta visión fue
durante un momento. Cómo podemos estar agradecidos a nuestra Buena Madre
del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa en la primera
Aparición, para llevarnos al cielo. De lo contrario, que habríamos
muerto de miedo y terror. (explicación de Lucía del segundo secreto de
Fátima.)
Ntra. Señora entonces instruyó a los niños a orar para salvar a los pecadores del fuego del infierno:
"Vosotros
habéis visto el infierno donde caen los pobres pecadores. Para
salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón
Inmaculado. Si lo que digo a usted esta hecho, muchas almas se salvarán y
habrá paz. La guerra va a terminar; pero si no dejan de ofender a Dios,
una peor estallará durante el pontificado de Pío XI. Cuando veáis una
noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal dada
por Dios de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la
guerra, el hambre y persecuciones a la Iglesia y el Santo Padre. Para
impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado
Corazón y la Comunión reparadora en los Primeros Sábados. Si se
atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz, si no esparcirá
sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la
Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir
mucho, varias naciones serán aniquiladas. Al fin, mi Corazón Inmaculado
será vencedor. El Santo Padre consagrará Rusia a mí y ella será
convertida y un periodo de paz será otorgado al mundo. "
Ntra.
Sra. quería que los millones y millones de gente sumida en la barbarie
de las supersticiones paganas de las Américas que se conviertan. Se
habían convertido. Una próspera civilización católica surgió en América
Latina en un corto periodo de tiempo. Piensa en todos los grandes santos
que vivieron en el primer siglo o más después de la aparición de Ntra.
Sra. a Juan Diego a lo alto de la colina de Tepeyac: Santo Toribio
Alfonso de Mogroviejo, Arzobispo de Lima, que murió en 1606; San
Francisco Solano que murió en 1610; Santa Rosa de Lima, OP, que murió en
1617; la primera santa nacida en las Américas; Beato Martín de Porres,
que murió en 1639; el Beato Juan Macías, que murió en 1645. El caso de
Juan Diego, un simple campesino de humildad tan grande que trató de
evitar la Virgen después de perderla en 10 de diciembre de 1531, para
cuidar a su tío gravemente enfermo, se aclarará cuando un verdadero Papa
se restaura en el Trono de San Pedro. Un hombre de humildad y amor, que
se somete a los asaltos de los guardias del Mons. Zumárraga cuando
cuando trató de presentarse a informar sobre las noticias de la Virgen a
Juan Diego. Ciertamente Juan Diego debe de haber tenido su recompensa
celestial.
Universidades católicas se
establecieron en la ciudad de Méjico y Lima, en cuestión de décadas de
la aparición de la Virgen a Juan Diego. Ntra. Sra. se le apareció a la
madre Mariana de Jesús Torres en Quito, Ecuador sesenta años después de
aparecerse a Juan Diego y le pidió que ofrezca su vida en penitencia
para los pecados del SIGLO XX! Una cristianad americana se levantó, algo
que disgustó al diablo poderosamente. Oh, sí, algunos de los
conquistadores y coloniales fueron crueles con los pueblos indígenas,
tratándolos despreciables y sometiéndolos a vejaciones diversas. Los
misioneros, sin embargo, mostró su gran amor a los pueblos, cuya misma
salvación era el propósito de la aparición de la Virgen a Juan Diego en
1531 para que pudieran vivir en conformidad con el Depósito de la Fe que
su Hijo Divino, Ntro. Sr. Jesucristo, le había confiado exclusivamente a
la iglesia católica y para que les pudieran dar ayuda sobrenatural de
los sacramentos para ayudarles vivir de acuerdo con los preceptos
contenidos en ese depósito de la fe en su intento de escalar las alturas
de la santidad.
El diablo realmente no le
gusta cuando las almas toman en serio la fe católica, no menos intentan,
a pesar de las debilidades de la naturaleza humana caída, que cooperen
con las gracias ganadas por ellos al derramar hasta la última gota de la
Preciosisíma Sangre del Divino Redentor en la madera de la Santa Cruz y
que desembocan en sus almas y a través de las manos amorosas de Nuestra
Señora, la Mediadora de Todas las Gracias, para acabar con el pecado en
sus vidas y construir una civilización entera alrededor de de las
glorias de la verdadera Fe. El diablo está particularmente indignado
cuando Nuestra Reina Inmaculada esta honrada públicamente con las
procesiones del Rosario. Odiaba el hecho de que sus antiguos cautivos
entre los Aztecas y los Mayas se reunieron por millones de personas a
rezar en la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe. El tenía que trazar
algún tipo de plan para socavar la fe en Méjico, sabiendo que tendría
que recurrir a la fuerza armada para hacerlo, tal como lo estaba
haciendo en Europa por medio de la Revolución Protestante.
El
adversario nunca tuvo que atacar la fe en los Estados Unidos con el
tipo de violencia prolongada que se utilizan en Europa y América Latina.
Por qué? La respuesta es muy simple: La Cruz del Divino Redentor fue
implantado profundamente en el suelo de Europa. Tenía que ser arrancado
por la fuerza. Lo mismo se hizo realidad, como se ha señalado
anteriormente, en rápida sucesión en América Latina a raíz de la
aparición de Ntra. Sra. en el cerro de Tepeyac a Juan Diego. La fe debe
ser atacada violentamente, donde sea en el centro de actividades
humanas. Tal no es el caso en los estados unidos, donde la fe era
simplemente uno entre muchos.
Oh, sí, había
movimientos anticatólicos y ataques en el siglo XIX en los EE.UU. sin
duda. El adversario sabía sin embargo que el atractivo del pluralismo,
la indiferencia religiosa, la libertad religiosa, y la "fiebre" de la
política partidista y el atractivo del bienestar material sería tal
fuese cuestión de tiempo antes de que muchos católicos empezaron a ver
su iglesia a través de los ojos del mundo, en vez de los ojos de la fe
verdadera. El diablo podía dejar las cosas como estaban en los EEUU. a
sabiendas de que una Iglesia militante no estaba preocupada de resistir
las mentiras contra el dogma de la Encarnación de Ntro. Sr. Jesucristo y
serán tragados por los errores en el transcurso de tiempo.
El
plan del del enemigo para atacar a América Latina con la misma
ferocidad que había utilizado en Europa tardo tres siglos en
desarrollarse como las fuerzas malas de las tinieblas se unieron detrás
de los errores de la fundación de los Estados Unidos y la Revolución
Francesa. El primero era indiferente a la Encarnación y creía en la
herejía de Semi Pelagianismo que dice que los hombres pueden más o menos
salvarse o salvar a sus sociedades en su propio poder, sin tener fe en y
sin acceso a la Gracia Santificadora. Esta última se basa en el odio
abyecto de la Encarnación y deificación panteísta del hombre. Estos
errores relacionados con la modernidad penetraba a través de América
Latina, especialmente con la fundación de logias masónicas en Méjico, el
propio país de Ntra. Sra. en la década de 1820, un fenómeno que contó
con el apoyo, en un nivel o otro, el embajador de Estados Unidos en
Méjico en ese tiempo, Joel Poinsett, como se narra en una tesis escrita
por una Sarah Frahm:
"Aunque durante este periodo inicial,
parece que las logias se utilizaban principalmente para fines políticos,
sino también se puede ver que los principios de la masonería, los
principios de la libertad, progreso, y la perfectibilidad del hombre,
así como anticlericalismo estridente, se han mantenido constantes sin
importar que país o edad. Estos principios fueron presentados por el
pensamiento de la ilustración y adoptado por los masones ingleses. Ellos
viajaron a España a través de la influencia de los ingleses y
franceses, llegó a Méjico a través de diversos canales, la primera
siendo Francia, más tarde a través de diputados Mejicanos llegando de
vuelta de España y por último, a través de españoles que llega a la
batalla.
"Aunque logias existían antes de 1825, no fue hasta
esa fecha que una Gran Logia Mexicana fue establecida con autoridad para
organizar sobre el papel de las logias mejicanas en primer lugar. Ha
habido una buena cantidad de discusión sobre el papel del primer
embajador norteamericano en Méjico, Joel Poinsett. Algunos lo han
acusado de la ingeniera de la idea de que EEUU gane influencia y
arrebatar el control de los intereses europeos. Los miembros estaban
compuestas principalmente de españoles y otros que simpatizaban con
España, los que favorece el centralismo y la monarquía.
"Según
José Fuentes Mares, el Archivo Nacionál en Washington DC, contiene una
carta escrita por Poinsett que dice lo siguiente: "...con el objeto de
contrarrestar el partido fanático en la ciudad de Méjico y si eres
posible, para fomentar la difusión de los principios liberales entre los
que están en condiciones de gobernar, me ayudó y alentó a un numero de
personas respetables, hombres de gran prestigio, para formar una Gran
Logia Masónica del Rito York..." Otros están en desacuerdo acerca de la
centralidad del papel de Poinsett y la afirmación de que varias logias
acordaron introducir el Rito de York en México. Una carta fundacional
era necesario y este fue capaz de proporcionar.
"Poinsett, un
hombre bien viajado, con fluidez en varios idiomas, era una figura
atractiva en los primeros años de la nación joven. George Fisher, que
fue miembro de la logia "Independencia", una de las primeras fundadas
que Lorenzo de Zavala fue el Maestro Digno, cuenta cómo Poinsett ha
celebrado tertulias semanales todos los Jueves en su casa. Estos eran
muy populares entre la élite que se reunían para bailar, conversar y
jugar a las cartas.
"Las personas interesadas en asuntos del
Estado se apartaban de las festividades para discutir mejor los asuntos
en cuestión. Afirma que Poinsett mismo no estaba afiliado ninguna logia y
no los visita. El sólo se proporciona autoridad. El sin embargo, "dio
instrucción masónica a aquellos que lo llamó a su mansión." (
Los
flagelos gemelos del liberalismo y el anticlericalismo, los cuales
fueron defendidos por los defensores masones de El Alamo, una antigua
misión católica, esos sí, son alabados por los apologistas del "Camino Americano" como medio de progreso social y civil y libertad religiosa.
Woodrow Wilson hizo un llamamiento a este sentido del liberalismo para
explicar a un padre Kelly, representante de los obispos católicos
estadounidenses, por qué el gobierno de los EEUU no iba a intervenir en
Méjico para detener la masacre de católicos de allí por los
revolucionarios masónicos:
Wilson respondió (a padre Kelly, que era
representante de James Cardenal Gibbons, arzobispo de Baltimore, a quien
Wilson tenía tal desprecio que se dirigió al, señor Gibbons): 'No tengo
ninguna duda de que las cosas terribles que mencionas han sucedido
durante la revolución mejicana. Pero las cosas terribles que sucedieron
también durante la revolución francesa, quizá más terribles que en
Méjico. Sin embargo, fuera de esa revolución francesa, llegaron las
ideas liberales que han dominado en muchos países, incluyendo el
nuestro. Espero que fuera del derramamiento de sangre en Méjico algo así
pueda suceder.
Habiendo dar instrucciones así a su
interlocutor en las ventajas que deben derivarse necesariamente para la
humanidad fuera del robo sistemático, el asesinato, la tortura y la
violación de personas que tienen la convicción religiosa, el profesor de
política (Wilson) sugiere que el p. Kelly visite el Secretario del
Estado, William Bryan Jennings quien expreso su mas sentido pésame.
Obviamente, el gobierno de Wilson se ha comprometido a apoyar a los
revolucionarios. (Robert Leckie, Católicos y Americanos)
Apoyo
a la persecución y ejecución de miles y miles de católicos continuó
bajo las administraciones de William Gamaliel Harding, John Calvin
Coolidge 1921 a 1929. Considere esto como prueba documental a la
complicidad del gobierno de los EEUU en la masacre de miles de católicos
en Méjico en la década de 1920:
Dos citas que muestran complicidad estadounidense en la persecución de los masones de la iglesia en Méjico:
1.
Algunos estadounidenses habían tratado de ayudar-algunos obispos,
ciertos grupos de laicos. Pero éstas nunca había sido capaz de convencer
a la mayor parte de los católicos de EEUU que las persecuciones en
Méjico eran vale la pena conseguir emocionarse. Tampoco los masones de
los EEUU no se dan cuenta de esa falta de indignación, y ser alentado
por él. Un ejemplo: dos días después del asesinato de Padre Pro, el
embajador de los EEUU en Méjico, Dwight Morrow, anduvo el tren privado
de Calles para un recorrido por el país, con el propósito reconocido de
este gesto fue para "demostrar a los católicos mejicanos que no podían
buscar ayuda de Washington--The Point
2. El día después de la
ejecución del p. Pro, el embajador estadounidense, Dwight Morrow (futuro
suegro de Charles Lindberg) y el humorista Will Rogers, quien se había
hecho famoso como un burlón de las tonterías del gobierno de los EEUU,
hizo un viaje con el presidente Calles a través de Méjico en el tren
presidencial. Calles había puesto deliberadamente el viaje como
propaganda destinada a convencer a los católicos mejicanos que EEUU no
les ayudaría. Morrow se divulga para haber sabido de esto, pero creía
que podía usar la influencia tanto, adquirida de Calles a lo largo de
tiempo para convertir su gobierno en una dirección diferente. En los
próximos años, el gobierno ha matado a 250.000 y 300.000 personas,
muchos católicos, incluso después de un compromiso se había
resuelto--Los Mártires católicos del siglo XX.
"Mi deseo es que me muestre una Madre para ti y para tu pueblo"
Fue
en estas palabras que la Madre de Dios le habló a un indio mejicano
llamado Juan Diego en el comienzo del invierno de 1531. Como muestra de
su preocupación maternal por Méjico, la Virgen dio a Juan Diego, un
cuadro milagroso de si misma, que los católicos mejicanos todavía
acarician bajo el titulo de la Santísima Siempre Virgen María de
Guadalupe.
Durante los primeros 300 años
después de la aparición de Guadalupe, los católicos de Méjico, bajo la
mirada de su Madre del cielo, vivió como si fuera en la tranquila vida
de Nazaret. Eran íntimo de las cosas de Dios, y fueron bendecidos con
una cuota de las cosas terrenales. Méjico se había convertido para la
vida sin limites para llegar más allá de las limitaciones de sus
montañas y costas. Se trataba de un asunto indiferente que las personas
extranjeras que al principio les dieron la noticia de su Madre celestial
había permanecido como gobernantes. Méjico para los mejicanos fue lugar
de nacimiento y alegría.
Hasta que de pronto,
en el siglo 19 comenzó un grito de guerra, Méjico para los mejicanos!"
con lo cual el lugar natal se ha convertido en campo de batalla, el
contento para conflicto y la Santa Madre de Dios prepara a sus hijos
para una larga Cuaresma cuyo largo Viernes Santo se encuentra todavía en
la memoria horrible y cuyo retrasado Domingo de Pascua debemos de rogar
al Señor.
La revolución que se echa fuera a
España católica, con la intención de que la Iglesia deba ir cayendo poco
después, se ha clasificado con los movimientos europeos de
"liberación", que fueron provocados por los Franceses en la última parte
del siglo 18. La relación es estrecha. La Revolución Mejicana era un
pariente colonial algo menos letrado, pero educado en las mismas
teorías-más importante-aún bajo la tutela de los mismos maestros: los
aptos y enemigos de la Iglesia que se llevan delantes: Los Masones.
Tejido
a través de la época masónica de Mexico (1800-presente) es un modelo
viable de intervención de la masonería americana. Ahora por medio de los
grandes empresas, después de a través de los particulares, y entonces
desde el propio gobierno estadounidense, las logias de los Estados
Unidos han han mantenido una firme mano de los acontecimientos mejicanos
de injerencia del Gobierno de EEUU. en Méjico por ejemplo, el Jesuita
Semanal "America" hizo esta breve de resúmenes en su edición del 25 de
junio de 1927: "Siempre, un americano odia que decirlo, estaba la sombra
siniestra del poder del norte, siempre entremetiendose, oficialmente o
extraoficialmente...Joel Poinsett, el ministro Americano, presentó el
Rito de York de la Masonería, y se mantienen los mejicanos peleando por
ella una docena de años más tarde, el presidente [James Knox] Polk llegó
a un acuerdo con Santa Ana para librar una guerra falsa--llamamos 'La
Guerra Mexicana'--con nuestras fuerzas a cambio de unos cuantos millones
de dólares. Después de la Guerra Civil, el General Sheridan permitió
[Benito] Juárez para robar el almaceniamiento del ejército
estadounidense y conquistar a sus enemigos con aquellas armas. En
nuestro tiempo, [Secretario del Estado William Jennings] Bryan y [El
presidente Thomas Woodrow] Wilson por una pieza oscura de doble juego y
una traición como la historia puede mostrar, ha puesto a Carranza en
poder--hoy estamos cosechando los frutos de esa política.
Lo
anterior, un estadounidense odia tener que decirlo, es un resumen
indulgente. Los nombres e incidentes podrían ampliarse a un grueso
volumen: La impresión no cambiaría: nunca se actúan resueltamente las
fuerzas de la masonería americana como cuando abrazaron la causa
anticatólica en Méjico.
De a que el proyecto
ya estaba cien años de edad en 1917, y la Fe seguía floreciendo en
Méjico, la cruzada masónica en ese año adquirió un nuevo impulso. Con
nadie que un asesor [Vladimir] Lenin mismo, la multitud Carranza (las
criaturas de Woodrow Wilson) redactó una nueva constitución. Oposición
detallada a la iglesia católica se convirtió en la ley suprema del país.
La constitución de 1917 prohibió a la iglesia para poseer ninguna
propiedad, para llevar a cabo las escuelas, para predicar a los indios
no bautizados, y para formar sacerdotes adicionales. Confirmó una
prohibición contra la vestimenta religiosa de sacerdotes y monjas, y
además, que el gobierno de cada estado mexicano debe decidir cuántos
sacerdotes se pensó que necesitaba; estos se otorgan licencia y todos
los demás sería expulsado.
Después del disparo
de Carranza en 1920, las logias americanas hicieron suya la causa del
general Obregón, le dio crédito 10.000.000 para armas y se echó hacia
atrás con satisfacción mientras intentaba provocar el estallido del
Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en 1921, y se atrevió a
expulsar al delegado apostólico en 1923.
Una
semana antes de los decretos de Julio debían entrar en vigor, los
obispos de Méjico emitió una carta pastoral conjunta su respuesta a
Calles;... Todo el culto público que require la participación de los
sacerdotes se suspenderá en todas las iglesias de la República."
El
diablo sabe que ha perdido. El sabe que él y sus secuaces se cerrará en
el infierno por toda la eternidad en el fin del mundo. El sabe que el
Sacrificio del Nuestro Señor y Salvador Jesucristo de sí mismo al Padre
en Espíritu y en Verdad sobre la madera de la Santa Cruz ha vencido a su
poder, y que su misma cabeza se ha aplastado por el tacón de la Madre
del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. El adversario, sin
embargo, quiere sembrar todo el caos que pueda antes del último día,
tratando de llevar las almas al infierno con él por toda la eternidad
como también ha hundido a naciones en el abismo de la barbarie,
convirtiendo las almas y naciones contra el Verdadero Dios que les
sustenta y les propone para que le honrasen y diesen gloria a través del
Corazón Doloroso e Inmaculado de su Madre Santísima. Los Estados Unidos
y sus ideas completamente falsas de libertad civil--divorciada con la
verdad liberadora de la Santa Cruz y una sumisión debido a todo que
pertenece al bien de las almas para el depósito de la Fe que Ntro. Sr.
Jesucristo ha confiado exclusivamente a la Iglesia Católica por su
custodia eternal y explicación infalible--ha sido instrumento especial
de la elección, por así decirlo, en la adopción de las almas de la
Iglesia en los países católicos y en la sustitución de las "glorias" de
la libertad de expresión y la libertad de prensa y la libertad de
religión como el medio por el cual los hombres han de ordenar a sí
mismos de acuerdo con carácter distintivo de la Judea-masonería.
Lo
absurdo diabólico del enfoque del americanismo para el orden público y
la vida personal es tal que el masón de treinta y tres grados, Theodore
Roosevelt se horrorizó al anticlericalismo rabioso de la masonería en
Filipinas tras la "liberación" estadounidense de ese país católico de
España como botín obtenido durante la victoria de la Guerra
Española-Americana. La solución? Con el fin de "moderar" las tendencias
violentas de la masonería en Filipinas, Theodore Roosevelt, que quería
ver el tipo de marca "tolerante" de la masonería que el practicaba
introdujo en la nueva colonia americana, "misioneros" protestantes en
este país completamente católico, con lo que proporcionan un medio más
de salvación, mientras que el lavabo de cerebro de los conquistados para
que crean en falsedades y actúen de acuerdo con esas mentiras. La
indiferencia religiosa, la libertad religiosa, y el principio siempre
popular protestante y judío-masónico de la separación de la Iglesia y el
estado se introdujeron en ese país católico. No es casual que la
Patrona secundaria de Filipinas es la Patrona misma y Emperatriz de las
Américas, Ntra. Sra. De Guadalupe. que apareció a Juan Diego en la
Octava de la Concepción Inmaculada. Oh, como el diablo odia la Virgen y
lo que desea para la venida de todas las almas a la fe verdadera.
Las
almas individuales se encuentren en estado de Gracia Santificadora o no
lo son. No hay término medio. Las almas que no están en estado de
Gracia Santificadora son en mayor o menor grado en las garras del
diablo, teniendo sus inteligencias y sus voluntades ciegas debilitadas y
sus corazones endurecidas. Mientras que tales almas son capaces de
cooperar con gracias actuales para cumplir con sus deberes de sus
estados en la vida y para dar incluso la apariencia exterior de la
probidad natural y la virtud moral, como el Papa Leon XIII señaló en su
carta apostólica, Testem Benevolentiae Nostrae, 22 de enero 1899, a
James Cardenal Gibbons, su visión del mundo es errónea, ya que no
conocen a Dios verdaderamente como se nos ha revelado a través de su
Iglesia verdadera. (o han perdido tal conocimiento) y por lo tanto no
puede amarlo o servirlo como El quiere que de Su iglesia católica se
encuentren en estado de Gracia Santificadora. El conjunto del orden
social depende del estado de almas individuales que se liberó de las
garras del diablo, quien mantiene a todos en Pecado Original y Pecados
Mortales impenitentes.
La aparición de la
Virgen a Juan Diego hace 480 años realiza grandes milagros de la gracia
en las Américas, tanto del Norte como del Sur. Partes sustanciales de lo
que ahora constituyen los EEUU. y Canadá fueron completamente católica.
El primer día de acción de gracias fue celebrada por los católicos
españoles en San Agustín, Florida, el 8 de setiembre de 1865, la Fiesta
de la Natividad de la Santísima Virgen. Se incluyó una misa de acción de
gracias por su llegada feliz a Florida, que no tenía carteles malos en
aquella edad, gracias a Dios, y una comida después de la misa, que fue
ofrecida por el P. Franciso López de Mendoza Grajales. Las Américas eran
católicos y pertenecían a la Virgen mucho antes de aquellos Calvinistas
que son odiadores del catolicismo y la santa y que tenían desprecio
especial a la Madre de Dios así colocandose en plena comunión con el
diablo como gente digna de lástima, pero ni una sola vez ensalzado por
ninguna "contribución" a la vida americana, llego a trazar su propio
camino en una tierra donde creían que aunque muy falsamente, que no
tenía la "corrupción" causada por el catolicismo.
Las
Américas pertenecen a Nuestra Señora, y se encuentra a Ella a los pies
de la Santa Cruz de su Hijo Divino cada vez que un alter Christus ofrece
el Sacrificio de Calvario en forma incruenta.
La
primera misa en el continente de la parte continental de las Américas
había sido ofrecido en Honduras en 1502. La primera misa en Nuevo Méjico
se ofreció en la Misión de San Gabriel en 1598. La primera misa
ofrecido por los misioneros Franceses en Nueva Francia fue en 1615 por
el padre Denis Jamay, OFM, y fue en Quebec que la primera misa en honor
del Sagrado Corazón de Jesús se le ofreció y donde el culto de la
Sagrada Familia, que se inicó bajo el pionero obispo François de
Montmorency Laval. La primera misa en Texas fue el 12 de octubre de
1680, 188 años después de que Cristóbal Colon desembarcó en la isla de
San Salvador, en las Bahamas. Los Mártires de América del Norte, cada
uno de los cuales era tan tiernamentes dedicados a la Madre de Dios,
ofreció sus vidas entre 1642 y 1649 a evangelizar su parte de las
Américas.
Como señaló el padre Frederick
Faber, dondequiera que no hay misa, no hay cristianismo. Los
"Protestantes" no tienen la misa, no tienen cristianismo, aunque algunos
de ellos pueden ser cristianos por el hecho de haber sido bautizados
válidamente. Donde no hay misa, no hay cristianismo. La Madre de Dios
quiere que todas las personas tengan acceso a la misa, a amar la Santa
Misa, para escuchar todos los días, para pasar el tiempo en sus rodillas
en oración ante la presencia real, su Hijo Divino en el Santísimo
Sacramento después de la misa, para traer a los demás a asistir diario.
El
diablo no quiere esto, y es por eso que ha atacado a la misa por medio
de la revuelta protestante y judía-masonería y popurrí de ideologías
políticas anticlericales y contrarias de la Encarnación que han surgido
en los últimos años transcurridos desde la promulgación de del rito
Novus Ordo Protestante Masónico, algo que se dice que es la misa, pero
en realidad es una abominación a los ojos de Dios que ha negado a
millones de católicos bien intencionados, incluyendo este autor entre
ellos durante muchos años, incluso también los verdaderos sacramentos.
No es extraño que los vestigios de del catolicismo que fueron capaces de
de mantenerse en las Américas durante tanto tiempo a pesar de las
condiciones culturales y hostiles a pesar de lo que muchos católicos
completamente inmersos en esa cultura han sido casi totalmente eclipsado
a consecuencia del Novus Ordo.
Miren al
salvajismo de las Américas modernas, donde una raza de la barbarie y la
crueldad que pone los aztecas y los mayas de antaño a la vergüenza.
Cuatro mil bebés no nacidos son asesinados mediante el aborto
quirúrgico. Miles más mueren todos los días por medio de químicos.
Asesinatos más y más al azar se lleven a cabo en lugares públicos. El
capitalismo del protestantismo y judía-masonería ha creado un mundo
monstruoso de la economía y las finanzas que la deshonestidad con
recompensas, socava la soberanía nacional legítima, trafica de con usura
y mantiene categorías enteras de personas en condiciones de servidumbre
cerca durante casi toda sus vidas. Lo que no está robado por los
comerciantes de la capital está tomada por los burócratas del estado,
deseosos de controlar a la cantidad de ciudadanos de la renta disponible
pueden guardar para sí mismos y cómo pueden usar su propio terreno
privado para unos propósitos para engrandecer su propio poder en un
consagrado en la Carta Magna en Inglaterra católica en el siglo XIII se
burlaban cómo agencias de "orden público" para ocultar los delitos con
el fin de avanzar en las carreras de capitanes, inspectores, y jefes de
niveles superiores, mientras tanto los inocentes son a menudo objeto de
injusta detención solo por obedecer los vinculantes de Ley Divina
Positiva y La Ley Natural.
El salvajismo
abierto de las Américas modernas es visible en el pan y circo de los
deportes profesionales y universitarios y escolares, incluso cuando la
unidad de "ganar" pasa a ser tan abarcador que los atletas se romperá
leyes justas a fin de obtener una ventaja competitiva por engaño. Este
salvajismo se demuestra por los espectadores, mucho de los cuales visten
impúdicamente, gritan blasfemias, y alguno de lis cuales incluso se
congregan en partes de arenas para burlarse de las mujeres a hacer cosas
opuestas a la virtud de modestia como está sucediendo, los informes de
prensa indicaron hace un año ahora, en los partidos en estadio de fútbol
americano New York Jets en el Giants Stadium en East Rutherford, Nueva
Jersey. Cuantos de estos "caballeros" son católicos? Puede alguien decir
que tal comportamiento caracterizaron los jóvenes católicos hace
setenta años?
Las Américas pertenecen a Nuestra
Señora. Tenemos que hacer nuestra parte para asegurase de que sean
recuperados por Ella y que se planten las semillas para la restauración
de la cristiandad en las Américas. Había una vez un cristianismo en el
continente americano. Floreció. Las almas prosperaron. Esto enfureció al
diablo que atacó a la Cruz del Redentor Divino con furia en América
Latina y que se aseguró de que no iba a ser plantado en los EEUU y
Canadá. (después de la batalla de Montreal en 1763) como consecuencia de
la revuelta protestante y la llamada edad de la iluminación. Como se ha
señalado antes, el diablo no tiene poder. El tiene planes. El puede
ponerlos en práctica todo lo que quiera. Tenemos el poder para frustrar
si sólo depeniesemos de la mujer que había hecho posible nuestra
salvación por su Fiat perfecta al la voluntad del Padre Celestial en la
Asunción, la mujer que apareció a Juan Diego embarazada con El Niño
Jesús en el tabernáculo de su vientre Virginal e Inmaculada, Ntra.
Señora de Guadalupe.
Nuestra Señora le dijo a Juan Diego el siguiente en 9 de diciembre de 1531:
"Sepáis
y entendáis, vos el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre
Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se viven: del
Creador de todas las cosas, Señor del cielo y de la tierra. Me gustaría
que un templo se erigiera aquí rápidamente, por lo que en él mostrar y
dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra
piadosa Madre, a ti, ya todos lis habitantes de esta tierra y todo lo
demás que me aman, invoquen y en mi confíen; escuchar sus lamentos y
remediar todas todas sus miserias, penas y dolores y para realizar lo
que mi clemencia pretende, ve al palacio del obispo de Méjico, y le diré
que yo manifiesto mi gran deseo, que aquí se construirá este templo
para mí, le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado, y lo que
has oído. Tenga la seguridad de que voy a estar muy agradecido y le
recompensará, porque voy a hacerte feliz y digno de recompensa por el
esfuerzo y fatiga con que vas a obtener para mi depósito. He aquí, tu
has oído mi mandato, hijo mío humilde, anda y pon todo tu esfuerzo."
Nuestra Señora le dijo al vidente privilegiado lo siguiente el día hoy, 12 de diciembre 1531:
"Escúchame
y entienda bien hijo mío más menor, que nada debe asustar ni causará
dolor. No dejes que tu corazón sea molestado. No temas esa enfermedad,
ni otra alguna enfermedad y angustia. No estoy yo aquí, que es tu Madre?
Es que no estas bajo mi protección? No soy yo tu salud? No estas por
ventura de mi regazo? Qué más quieres? No te aflijas ni ser perturbado
por nada. No te preocupes de la enfermedad de tu tío que no morirá de
ella. Este seguro de que ya se ha curado.
Por
qué no tomamos consuelo en estas palabras, inspirándonos en ellas para
confiar a Ntra. Madre Inmaculada y de su Corazón Doloroso e Inmaculado
de todos nuestros sufrimientos, dolores, humillaciones, penitencias y
mortificaciones que ha de darse por ella al Sagrado Corazón de su Hijo
Divino, Ntro. Bendito Sr. y Salvador Jesucristo, por el bien de las
almas?
El estado del mundo depende del estado
de nuestras almas. A medida que seguimos celebrando la octava de la
Inmaculada Concepción de Ntra. Sra. y prepararnos para el cumpleaños de
su Hijo Divino, podemos valernos con más frecuencia del sacramento de
penitencia y recibir a Ntro. Sr. en la Sagrada Comunión con más fervor
en las misas ofrecidas por sacerdotes que no hacen concesiones al
modernismo o a la legitimidad inexistente de sus pastores falsos,
reconociendo que nuestra próxima recepción de la Sagrada Comunión puede
ser la última.
En otras palabras, la recuperación de las Américas de Nuestra Señora depende de nosotros. Qué estamos esperando?
Que
las palabras que fueron pronunciadas por los mártires católicos de
Méjico y España, esas palabras pronunciadas por el padre Miguel Agustín
Pro hace ochenta años el 23 de noviembre de 1927, estar siempre en
nuestros labios cuando nos comprometemos nuestros corazones de nuevo
cada día para Cristo el Rey y Ntra. Reyna Inmaculada:
Ntra. Sra. De Guadalupe, ruega por nosotros.
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.
San Pedro y San Pablo, ruega por nosotros.
On the way back to the Petits-Fosses, Bernadette revealed how at a certain moment the Apparition seemed different from before. Suddenly loud yells, belched from the Gave, had rent the sacred silent of Massabielle. The 'challenged, crossed, collided with one another, like the clamour of a brawling crowd'. One voice, more furious than the rest, dominated them all and roared out: 'Get out of here! . . . Get out of here!' Bernadette guessed rightly that the threatening curse was by no means addressed merely to her humble self, but was an attack directed beyond her to the Vision of Light standing above the eglantine.
The Vision merely glanced in the direction of the rushing stream. This single look, one of sovereign authority, reduced the invisible mob to silence: the enemy of all good would not drive her from the grotto where she gave her audiences. 'He is in a rage. So much the better!' the saintly Cure d'Ars used to say of the grappin. 'He lets me know himself when big sinners are coming!'
At Massabielle, the future was to prove that the Spirit of evil, in this burst o fury, had admitted his defeat; he was not to extinguish the great radiance that would issue from this dark, peaceful nook, where so many sinners would renounce sin! (Abbe Francois Trochu, Saint Bernadette Soubirous, first published in English by Longmans, Green and Company, England, 1957, and reprinted by TAN Books and Publishers, 1985, p. 64.)
The devil and his minions know that they have been defeated by Our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ's Easter victory over sin and death that He won on the wood of the Holy Cross on Good Friday and manifested when He arose from the dead on Easter Sunday. The devil knows that Our Lady, the New Eve, has crushed his very head with her heel, robbing him of any real power over men other than to try to entice them to fall into his clutches. The devil, the Master of Lies and the Prince of Darkness, is powerless in the face of humility. Who is more humble than the woman who was filled with grace from the first moment of Immaculate Conception in the womb of her mother? One word from the Our Lady and the devil and his minions must flee. All it takes for us to vanquish the devil and his temptations is to say one Ave Maria with fervor. He must go.
Our Lady has manifested herself at various times in the past millennium in places where the devil was very busy fighting the true Faith. She appeared to Saint Dominic de Guzman in southern France in 1214 to give him her Psalter, the Most Holy Rosary, with which to fight the heresy of the Albigenses. The devil had been busy inciting the heretics to murder faithful Catholics and to rob their livestock and to burn their farms to the ground. He was powerless to resist the counteroffensive that was launched by Saint Dominic by means of Our Lady's Most Holy Rosary. The Albigenses were defeated. The Catholic Faith arose again in southern France where the heretics had had their stronghold.
The devil and his minions held sway in the Americas prior to the arrival of Christopher Columbus and the first priests to set foot on the shores of the Americas since Saint Brendan the Navigator and Irish monks had done so about a thousand years before (see appendix below). Savagery of monstrous proportions, including human sacrifice and cannibalism and the overt worship of the devil, abounded amongst the native peoples, especially amongst the Aztecs and the Mayans in Mexico. Although these savage pagans began to be eclipsed in the early years of the Spanish conquest and colonization of Latin America, the devils were still exercising their sway upon the superstitious until this date in 1531.
Yes, it was on Tuesday, December 12, 1531 (Julian Calendar), that the very Mother of God herself, Mary Immaculate, left an image of herself on the tilma of Juan Diego as he knelt to venerate her after picking up the Castilian roses in the rocks on Tepeyac Hill that Apostolic Administrator (and later Bishop) Monsignor Juan de Zumarraga wanted as proof of Juan Diego's claim that he had first seen Our Lady as he was walking to Holy Mass on Saturday, December 9, 1531 (Julian Calendar). It was during that first apparition that Our Lady had told Juan Diego that she wanted him to go to Monsignor Juan de Zumarraga and to have a shrine built in her honor in Mexico City
For I am your merciful Mother, to you and to all mankind who love me and trust in me and invoke my help. Therefore, go to the dwelling of the Bishop in Mexico City and say that the Virgin Mary sent you to make known to him her great desire.
Our Lady wanted to effect the conversion of the Americas to the true Faith. The Mother of God is not a sappy sentimentalist who is wont to reassure recidivist sinners that they are all going to go Heaven no matter what they believe and no matter how they act. That is the not the message she imparted to Jacinta and Francisco Marto and to Lucia dos Santos in Fatima, Portugal, is it? No, Our Lady warned these shepherd children to pray Rosaries for poor sinners to save them from the fires of Hell, a vision of which she showed them on July 13, 1917:
Our Lady showed us a great sea of fire which seemed to be under the earth. Plunged in this fire were demons and souls in human form, like transparent burning embers, all blackened or burnished bronze, floating about in the conflagration, now raised into the air by the flames that issued from within themselves together with great clouds of smoke, now falling back on every side like sparks in a huge fire, without weight or equilibrium, and amid shrieks and groans of pain and despair, which horrified us and made us tremble with fear. The demons could be distinguished by their terrifying and repulsive likeness to frightful and unknown animals, all black and transparent. This vision lasted but an instant. How can we ever be grateful enough to our kind heavenly Mother, who had already prepared us by promising, in the first Apparition, to take us to heaven. Otherwise, I think we would have died of fear and terror. (Lucia dos Santos's description of the Second Secret of Fatima.)
Our Lady then instructed the children of Fatima to pray to save sinners from the fires of Hell:
You have seen hell where the souls of poor sinners go. To save them, God wishes to establish in the world devotion to my Immaculate Heart. If what I say to you is done, many souls will be saved and there will be peace. The war is going to end: but if people do not cease offending God, a worse one will break out during the Pontificate of Pius XI. When you see a night illuminated by an unknown light, know that this is the great sign given you by God that he is about to punish the world for its crimes, by means of war, famine, and persecutions of the Church and of the Holy Father. To prevent this, I shall come to ask for the consecration of Russia to my Immaculate Heart, and the Communion of reparation on the First Saturdays. If my requests are heeded, Russia will be converted, and there will be peace; if not, she will spread her errors throughout the world, causing wars and persecutions of the Church. The good will be martyred; the Holy Father will have much to suffer; various nations will be annihilated. In the end, my Immaculate Heart will triumph. The Holy Father will consecrate Russia to me, and she shall be converted, and a period of peace will be granted to the world."
Our Lady wanted the millions upon millions of people steeped in the savagery of the pagan superstitions of the Americas to be converted. They were. A thriving Catholic civilization arose in Latin America in a short period of time. Think of all of the great saints that lived in the first century or so after the apparition of Our Lady to Juan Diego atop Tepeyac Hill: Saint Turibius Alfonso de Mogrovejo, Archbishop of Lima, who died in 1606; Saint Francis Solano, who died in 1610; Saint Rose of Lima, O.P., who died in 1617, the very first native-born saint of the Americas; Blessed Martin de Porres, who died in 1639; Blessed John de Massias, who died in 1645. The case of Juan Diego, a simple peasant of such great humility that he tried to avoid Our Lady after missing her on December 10, 1531, to care for his grievously ill uncle, will be clarified when a true pope is restored to the Throne of Saint Peter. A man of such humility and love, who subjected himself to the assaults of Monsignor de Zumarraga's Spanish guards when he tried to present himself to report the news of Our Lady's apparitions, Juan Diego must certainly have had his Heavenly reward.
Catholic universities were established in Mexico City and Lima within decades of Our Lady's apparition to Juan Diego. Our Lady appeared to Mother Mariana Jesus de Torres in Quito, Ecuador, sixty years after she had appeared to Juan Diego, asking Mother Mariana to offer her life in penances for the sins of the Twentieth Century! An American Christendom arose, something that displeased the devil mightily. Oh, yes, some of the Spanish conquistadors and colonial settlers and their descendants were cruel to the indigenous peoples, treating them beneath contempt and subjecting them to various indignities. The missionaries, however, showed for their great love of the peoples whose very salvation Our Lady had appeared to Juan Diego in 1531 to effect so that their daily lives could live in conformity to the Deposit of Faith that her Divine Son, Our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ, had entrusted exclusively to the Catholic Church and so that they could be given supernatural helps in the sacraments to help them live in accord with the precepts contained in that Deposit of Faith as they attempted to scale the heights of personal sanctity.
The devil really doesn't like it when souls take the Catholic Faith seriously, no less attempt, despite the frailties of fallen human nature, to cooperate with the graces won for them by the shedding of every single drop of the Most Precious Blood of the Divine Redeemer on the wood of the Holy Cross and that flow into their hearts and souls through the loving hands of Our Lady, the Mediatrix of All Graces, to root out sin in their lives and to build an entire civilization around the glories of the true Faith. The devil is particularly incensed when Our Immaculate Queen is honored publicly with Rosary processions. He hated the fact that his former captives amongst the peoples of the Aztecs and the Mayans flocked by the millions to pray at the Basilica of Our Lady of Guadalupe. He had to plot some kind of scheme to undermine the Faith in Mexico, knowing that he would have to used armed force to do so, just as he was doing in Europe by means of the Protestant Revolt.
The adversary never had to attack the Faith in the United States of America with the sort of protracted violence that he used in Europe and in Latin America. Why? The answer is quite simple: The Cross of the Divine Redeemer was deeply implanted in the soil of Europe. It had to be uprooted by force. The same became true, as noted above, in quick order in Latin America following the apparition of Our Lady on Tepeyac Hill to Juan Diego. The Faith must be attacked violently where it is the focus of all human activity. Such is not the case in the United States of America, where the true Faith was simply one among many.
Oh, yes, there were anti-Catholic movements and assaults in the Nineteenth Century in the United States of America to be sure. The adversary knew, however, that the allure of pluralism and religious indifferentism and religious liberty and the "rush" of partisan politics and the appeal of material well-being would be such that it would be only a matter of time before many Catholics began to view their Church through the eyes of the world rather than viewing the world through the eyes of the true Faith. The devil could leave well enough alone in the United States of America, knowing that a Church Militant that was not concerned about resisting his own anti-Incarnational lies would be swallowed up by those errors over the course of time.
The adversary's plan to attack Latin America with the same sort of ferocity that he had used in Europe took three centuries to develop as his evil forces of darkness coalesced behind the errors of the American founding and the French Revolution. The former was indifferent to the Incarnation and believed in the semi-Pelagian heresy that men could more or less save themselves and their societies on their own power without having belief in, access to and cooperation with Sanctifying Grace. The latter was based an abject hatred of the Incarnation and the pantheistic deification of man. These related errors of Modernity penetrated throughout Latin America, especially with the founding of Masonic lodges in Our Lady's own country, Mexico, in the 1820s, a phenomenon that had the support, at one level or another, of the United States ambassador to Mexico at the time, Joel Poinsett, as is recounted in a thesis written by one Sarah Frahm:
Although during this early period, it appears that lodges were used primarily for political purposes, it can also be seen that the principles of Masonry, the principles of liberty, progress, the perfectability of man as well as strident anticlericalism, have remained constant no matter what the country or age. These principles were introduced by enlightenment thought and adopted by English Masons. They traveled to Spain through English and French influence, arriving in Mexico through various channels, the earliest being French, later through Mexican deputies arriving home from Spain and finally, through Spanish troops arriving to do battle.
Although lodges existed prior to 1825, it was not until that date that a Mexican Grand Lodge was established with authority to organize and control Mexican lodges. There has been a good deal of discussion about the role of the first American ambassador to Mexico, Joel Poinsett. Some have accused him of engineering the idea in order to gain influence for the United States, wresting control from European interests. Members were principally composed of Spaniards and others who sympathized with Spain, favoring centralism and monarchy.
According to José Fuentes Mares, the National archive in Washington, D.C., contains a letter written by Poinsett that reads as follows:
…with the object of counteracting the fanatical party in Mexico City and, if it is possible, to encourage the spreading of liberal principles among those who are in a position to govern, I aided and encouraged a number of respectable people, men of high standing, to form a Masonic York Grand Lodge…
Others disagree concerning the centrality of Poinsett’s role and claim that several lodges agreed to introduce the York Rite in Mexico. These lodges hoped to provide a good meeting place to discuss political plans, as well as an alternative for those less inclined to the traditional Spanish way of thinking. All Poinsett did, according to this line of thought, was to enable the York Rite to be founded in Mexico. A founding charter was needed and this he was able to provide.
Poinsett, a well-traveled man, fluent in several languages, was an attractive figure in the early years of the young nation. George Fisher, who was a member of the “Independence” Lodge, one of the first lodges founded, of which Lorenzo de Zavala was Worthy Master, tells how Poinsett held weekly “tertulias” every Thursday at his home. These were very popular with the elite who gathered to dance, converse, and play cards.
Those interested in state affairs often withdrew from the festivities to better discuss matters at hand. He claims that Poinsett himself was not affiliated with any lodge and did not visit them. He only provided the authority from New York. He did, however, “give Masonic instruction to those who called on him as his mansion.” The Cross and the Compass: Compromise and Conflict (this is a very pro-Masonic treatise)
The twin scourges of liberalism and anti-clericalism, both of which were championed by the Masonic "defenders" of the Alamo, a former Catholic mission, mind you, are exalted by apologists of the "American way" as the means of social progress and civil and religious "freedom." Woodrow Wilson appealed to this sense of liberalism to explain to a Father Kelly, representing the American Catholic bishops, why the government of the United States of America was not going to intervene in Mexico to stop the slaughter of Catholics there by the Masonic revolutionaries:
"Wilson replied [to a Father Kelley, who was a representative of James Cardinal Gibbons, the Archbishop of Baltimore, for whom Wilson had such contempt that he addressed him as Mister Gibbons]: 'I have no doubt but that the terrible things you mention have happened during the Mexican revolution. But terrible things happened also during the French revolution, perhaps more terrible things than have happened in Mexico. Nevertheless, out of that French revolution came the liberal ideas that have dominated in so many countries, including our own. I hope that out of the bloodletting in Mexico some such good yet may come.'
"Having thus instructed his caller in the benefits which must perforce accrue to mankind out of the systematic robbery, murder, torture and rape of people holding a proscribed religious conviction, the professor of politics [Wilson] suggested that Father Kelley visit Secretary of State Williams Jennings Bryan, who expressed his deepest sympathy. Obviously, the Wilson administration was committed to supporting the revolutionaries (Robert Leckie, Catholic and American, p. 274.)
Support for the persecution and execution of thousands upon thousands of Catholics continued under the administrations of Presidents Warren Gamaliel Harding and John Calvin Coolidge from 1921 to 1929. Consider this documentary evidence as to the complicity of the government of the United States of America in the slaughter of the thousands upon thousands of Catholics in Mexico in the 1920s:
Two quotes showing American complicity in the Masonic persecution of the Church in Mexico:
1) "Some Americans had tried to help--certain bishops, certain groups of laymen. But these had never been able to convince the bulk of American Catholics that the persecutions in Mexico were worth getting excited about, being angry about, losing their composure about, making nuisances of themselves about. Nor did the Masons of the United States fail to notice this lack of indignation, and to be emboldened by it. One example: Two days after Father Pro's murder, the American Ambassador to Mexico, Dwight Morrow, went about Calles' private train for a tour of the country; the recognized purpose of this gesture was "to demonstrate to Mexican Catholics that they could look for no help from Washington."--The Point.
2) The day after Fr. Pro's execution, the American Ambassador Dwight Morrow (Charles Lindbergh's future father-in-law) and the humorist Will Rogers, who had become famous as a common-sense mocker of U.S. government foolishness, took a trip with President Calles through Mexico on the presidential train. Calles had deliberately set up the trip as propaganda intended to convince Mexican Catholics that the United States would not help them. Morrow is reported to have known this, but believed he could use the influence thus gained over Calles to turn his government in a different direction. In the next few years, the government killed 250,000 to 300,000 people, many Catholic, even after a compromise had been worked out--The Catholic Martyrs of the Twentieth Century.
"My desire is to show myself a Mother to you and to your people."
It was in these words that the Mother of God spoke to a Mexican Indian named Juan Diego in the early winter of the year 1531. As a token of her maternal concern for Mexico, the Blessed Virgin gave to Juan Diego, a miraculous picture of herself, which Mexican Catholics still cherish under the title of the Holy Mary Ever-Virgin of Guadalupe.
During the first three hundred years after the Guadalupe apparition, the Catholics of Mexico, under the eye of their Mother in Heaven, lived, as it were, the quiet life of Nazareth. They were intimate with the things of God, and blessed with a share of earthly things. Mexico had become for them the happy proving ground of a boundless life to come, beyond the limitations of their mountains and their coasts. It was an indifferent matter that the foreign people who first brought them the news of their Mother in Heaven had remained as their governors. Mexico, for the Mexicans, was birthplace and contentment.
Until, suddenly, as the nineteenth century began, a cary went echoing, "Mexico for Mexicans!" Whereupon, birthplace gave way to battle ground, contentment to contention, and the Holy Mother of Guadalupe prepared her children for an extended Passiontide whose "long Good Friday" is still within awful memory, and whose delayed Easter Sunday we must yet pray for.
The Revolution which kicked Catholic Spain out of Mexico, and intended that the Church should go tumbling after, has been classified with those European movements of "liberation" which were sparked by the French Revolutionaries of the late 1700s. The relationship is close. Mexico's Revolt was a colonial cousin, somewhat less lettered, but schooled in the same theories and--most important--tutored by the same masters: those apt and aproned enemies of the Church, the Freemasons.
Woven through the history of the Mexico's Freemasonic era (from 1800 to the present) is a viable pattern of American masonic intervention. Now by means of big business, now through private individuals, now through the American Government, itself, the lodges of the United States have kept a firm hand on Mexican developments Of U.S. Government interference in Mexico, for example, the Jesuit weekly America made this briefest of summaries in its issue of June 25, 1927: "Always, an American hates to say it, there was the sinister shadow of the Power of the north, meddling always, officially and unofficially . . . Joel Poinsett, American Minister, introduced the York Rite of Masonry, and kept the Mexicans fighting over it for a dozen years. Later, President [James Knox] Polk made an agreement with Santa Ana to fight a fake war--we call it the 'Mexican War'--with our forces, in return for some millions of dollars. After our Civil War, General Sheridan allowed [Benito] Juarez to 'steal' American army stores, and conquer his enemies with them. In our time, [Secretary of State William Jennings] Bryan and [President Thomas Woodrow] Wilson by as dark a piece of double-dealing and treachery as history can show, put Carranza into power--and we are reaping the fruits of their policy today."
The foregoing, an American hates to say it, is a lenient summary. The names and incidents could be expanded to a thick volume: The impression would remain unchanged: never did the forces of American Freemasonry act so purposefully as when they espoused the anti-Catholic cause in Mexico.
Because the project was already one hundred years old by 1917, and the Faith was still flourishing in Mexico, the Masonic crusade in that year took on a fresh impetus. With no less an adviser than [Vladimir] Lenin himself, the Carranza crowd (the creatures of Woodrow Wilson) drafted a new constitution. Detailed oppression of the Catholic Church became the supreme law of the land. The 1917 constitution forbade the Church to own any property, to conduct schools, to preach to the unbaptized natives, to train additional priests. It confirmed the prohibition against religious garb for priests and nuns, and further provided that the government of each Mexican state should decide how many priests it thought it needed; these would be "licensed," and all others expelled.
After the shooting of Carranza in 1920, the American lodges took up the cause of General Obregon, gave him a $10,000,000 arms credit, and sat back contentedly while he tried to blow up the shrine of Our Lady of Guadalupe in 1921, and dared to expel, bodily, the Apostolic delegate in 1923.
One week before the July decrees were to take effect the bishops of Mexico issued a joint Pastoral Letter, their answer to Calles: "...all public worship requiring the participation of priests will be suspended in all the Churches of the Republic."
The devil knows that he has lost. He knows that he and his minions will be shut up in Hell for eternity at the end of time. He knows that Our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ's Sacrifice of Himself to the Father in Spirit and in Truth on the wood of the Holy Cross has vanquished his power, that his very head has been crushed by the heel of the Mother of the Paschal Lamb Who taketh away the sins of the world. The adversary does, however, want to wreak as much havoc as he can before the Last Day, seeking to take souls into Hell with him for all eternity as he plunges their nations into the pit of barbarism, turning souls and nations against the true God Who sustains them and means for them to given Him honor and glory through the Sorrowful and Immaculate Heart of His Most Blessed Mother. The United States of America and its utterly false notions of civil liberty--divorced as it is from the liberating truth of the Holy Cross and a due submission in all that pertains to the good of souls to the Deposit of Faith that Our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ has entrusted exclusively to the Catholic Church for its eternal safekeeping and infallible explication-- has been a special instrument of election, shall we say, in taking souls out of the Church in Catholic countries and in substituting the "glories" of freedom of speech and freedom of press and freedom of religion as the means by which men are to "order" themselves according to the Judeo-Masonic ethos.
The diabolical absurdity of the Americanist approach to public policy and personal life is such that thirty-degree Freemason President Theodore Roosevelt was aghast at the rabid anticlericalism of Freemasonry in The Philippines following the American "liberation" of this Catholic land from Spain as booty gained the victory of the United States of America in the Spanish-American War. The solution? In order to "moderate" the violent tendencies of Freemasonry in The Philippines, Theodore Roosevelt, who wanted to see the sort of "tolerant" brand of Freemasonry that he practiced introduced in the new American colony, decided to bring Protestant "missionaries" into this thoroughly Catholic country, thereby providing yet another means by which souls could be snatched away from the Catholic Faith and thus be robbed of the means of their salvation while brainwashed into believing falsehoods and acting in accord with such lies. Religious indifferentism, religious liberty and the ever-popular Protestant and Judeo-Masonic principle of the separation of Church and State were introduced into this Catholic land. It is no accident that the secondary Patroness of The Philippines is the same Patroness and Empress of the Americas, Our Lady of Guadalupe, who appeared to Juan Diego in the Octave of her Immaculate Conception. Oh, how the devil hates Our Lady of Guadalupe and what she means for the conversion of souls to the true Faith.
Individual souls are either in states of Sanctifying Grace or they are not. There is no middle ground. Souls that are not in states of Sanctifying Grace are, at least to varying degrees, in the grip of the devil, having their intellects blinded and their wills weakened and their hearts hardened. While such souls are capable of cooperating with Actual Graces to fulfill the duties of their states-in-life and to even give the exterior appearance of natural probity and moral virtue, as Pope Leo XIII noted in his Apostolical Letter, Testem Benevolentiae, January 22, 1899, to James Cardinal Gibbons, their view of the world is flawed as they do not know God truly as He has revealed Himself through His true Church (or have lost such a knowledge) and thus cannot love Him and serve Him as He wants as members of His Catholic Church who are in states of Sanctifying Grace. The whole of social order depends upon the state of individual souls being freed from the grip of the devil, which he maintains on those in states of Original Sin and on those in states of unrepentant Mortal Sin.
Our Lady's apparition to Juan Diego 481 years ago effected great miracles of grace in the Americas, both North and South. Substantial parts of what now constitute the United States of America and Canada were thoroughly Catholic. The first true "thanksgiving day" was celebrated by Spanish Catholics in Saint Augustine, Florida, on September 8, 1565, the Feast of the Nativity of the Blessed Virgin Mary. It included a Mass of Thanksgiving for their safe arrival in Florida, which had no bad billboards at the time, thank you, and a meal following the Mass, which was offered by Father Francisco Lopez de Mendoza Grajales. The Americas were Catholic and they belonged to Our Lady long before those horrible Catholic-hating, Mass-hating Calvinists, who had particular contempt for the Mother of God, thus placing themselves in full communion with the devil as people to be pitied but never once to extolled for any "contributions" to "American" life whatsoever, arrived here to chart their course in a land where they believed, albeit quite falsely, there had been no "corruption" caused by Catholicism.
The Americas belong to Our Lady, and Our Lady stands at the foot of her Divine Son's Holy Cross each time an alter Christus offers that Sacrifice of Calvary in an unbloody manner.
The first Mass on the mainland of the Americas had been offered in Honduras in 1502. The first Mass in New Mexico was offered in Mission San Gabriel in 1598. The first Mass offered by French missionaries in New France was in 1615 by Father Denis Jamay, O.F.M., and it was in Quebec that the first Mass in honor of the Most Sacred Heart of Jesus was offered and where the cult of the Holy Family, begun under the pioneering Bishop Francois de Montmorency Laval. The first Mass in Texas was on October 12, 1680, 188 years after Christopher Columbus had landed on the Island of San Salvador in the Bahamas Islands. The North American Martyrs, each of whom was so tenderly devoted to the Mother of God, offered their lives between 1642 and 1649 to Catholicize their part of the Americas.
As Father Frederick Faber noted, "Where there is no Mass, there is no Christianity." Protestants do not have the Mass. They do not have Christianity, although some of them may be Christians by virtue of having been baptized validly. "Where there is no Mass, there is no Christianity." The Mother of God wants all people to have access to the Mass, to love Holy Mass, to hear it daily, to spend time on their knees n prayer before her Divine Son's Real Presence in the Most Blessed Sacrament after Mass, to bring others to Mass on a daily basis.
The devil does not want this, which is why he has attacked the Mass by means of the Protestant Revolt and Judeo-Masonry and the potpourri of anti-Incarnational and anticlerical political ideologies that have arisen in the past five hundred years. Social order is dependent upon the Mass, which is why there has been such disorder in the world in the years since the promulgation of the Protestant and Masonic Novus Ordo service, something that claims it is the Mass but is in fact an abomination in the sight of God that has denied so many millions of well-meaning Catholics, myself among them for many years, the true sacraments. It is no wonder that the vestiges of Catholicism that were able to be maintained in the Americas for so long despite hostile cultural conditions and despite how fully many Catholics immersed themselves in that culture have been almost totally eclipsed as a result of the Novus Ordo.
Look at the savagery of the modern Americas, where a breed of barbarism and crudity exists that puts the Aztecs and Mayans of yesteryear to shame. Four thousand preborn babies are killed by means of surgical abortion. Thousands more are killed every day by means of chemical abortifacients. More and more random killings are taking place in public places. The capitalism of Protestantism and Judeo-Masonry has created a monstrous world of economics and finance that rewards dishonesty, undermines legitimate national sovereignty, traffics in usury and keeps whole categories of people in conditions of near-servitude for almost their entire lives. What is not robbed by the merchants of capital is taken by the apparatchiks of state, eager to control how much disposable income citizens can keep for themselves and how they can use their own private land for just purposes in order to aggrandize their own power in a manner that would make Vladimir Lenin and Joseph Stalin blanche. Due process of law rights that were enshrined in the Magna Carta in Catholic England in the Thirteenth Century are scoffed at as "law enforcement" agencies hide crimes in order to advance the careers of upper level captains, inspectors and chiefs and as the guilty go free and as the innocent are frequently subjected to unjust arrest and prosecution for simply adhering to the binding precepts of the Divine Positive Law and the Natural Law.
The open savagery of the the modern Americas is visible in the bread and circuses of professional and collegiate and even scholastic sports, where the drive to "win" becomes so encompassing that athletes will break just laws in order to gain a competitive "advantage" by cheating. This savagery is demonstrated by spectators, many of whom dress immodestly, yell profanities, and some of whom even congregate in parts of arenas to taunt women to do things opposed to the Virtue of Modesty, as is happening, press reports indicated a year ago now, at home games of the New York Jets football team at Giants Stadium in East Rutherford, New Jersey. How many of these "gentlemen" are Catholic? Can anyone say that such behavior would characterize young Catholic men seventy years go?
The Americas belong to Our Lady. We must do our part to make sure that they are reclaimed for her and that the seeds be planted for the restoration of Christendom in the Americas. There was once a Christendom in the Americas. It flourished. Souls prospered. This angered the devil, who attacked the Cross of the Divine Redeemer with fury in Latin America and who made sure that it would not be planted in the United States of America and Canada (after the Battle of Montreal in 1763) as a result of the Protestant Revolt and the so-called age of the Enlightenment. As noted before, the devil is powerless. He has schemes. He can implement them all he wants. We have the power to thwart them if only we rely upon the woman who made possible our salvation by her perfect Fiat to the will of the Heavenly Father at the Annunciation, the woman who appeared to Juan Diego with the unborn Baby Jesus in the tabernacle of her Virginal and Immaculate Womb, Mary Immaculate, Our Lady of Guadalupe.
Our Lady told Juan Diego the following on December 9, 1531:
“Know and understand well, you the most humble of my son, that I am the ever virgin Holy Mary, Mother of the True God for whom we live, of the Creator of all things, Lord of heaven and the earth. I wish that a temple be erected here quickly, so I may therein exhibit and give all my love, compassion, help, and protection, because I am your merciful mother, to you, and to all the inhabitants on this land and all the rest who love me, invoke and confide in me; listen there to their lamentations, and remedy all their miseries, afflictions and sorrows. And to accomplish what my clemency pretends, go to the palace of the bishop of Mexico, and you will say to him that I manifest my great desire, that here on this plain a temple be built to me; you will accurately relate all you have seen and admired, and what you have heard. Be assured that I will be most grateful and will reward you, because I will make you happy and worthy of recompense for the effort and fatigue in what you will obtain of what I have entrusted. Behold, you have heard my mandate, my humble son; go and put forth all your effort.”
(Our Lady Of Guadalupe | Relation of the Apparitions.)
Our Lady told the privileged seer the following on this day, December 12, in the year 1531:
“Hear me and understand well, my son the least, that nothing should frighten or grieve you. Let not your heart be disturbed. Do not fear that sickness, nor any other sickness or anguish. Am I not here, who is your Mother? Are you not under my protection? Am I not your health? Are you not happily within my fold? What else do you wish? Do not grieve nor be disturbed by anything. Do not be afflicted by the illness of your uncle, who will not die now of it. be assured that he is now cured." (Our Lady Of Guadalupe | Relation of the Apparitions.)
Can we not take comfort in these words, being inspired by them to trust Our Immaculate Mother and Queen as never before, praying as many Rosaries each day as our states-in-life permit? Can we not offer her Sorrowful and Immaculate Heart all of our sufferings and sorrows and humiliations and penances and mortifications to given by her to the Most Sacred Heart of her Divine Son, Our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ for the good of souls?
The state of the world depends upon the state of our souls. As we continue to celebrate the Octave of Our Lady's Immaculate Conception and prepare for the birthday of her Divine Son, may we avail ourselves more frequently of the Sacrament of Penance and receive Our Lord in Holy Communion more fervently at Masses offered by true bishops and true priests who make no concessions to conciliarism or to the nonexistent legitimacy of its falase shepherds, recognizing that our next reception of Holy Communion might be our last reception of Holy Communion.
In other words, reclaiming the Americas for Our Lady depends upon us. What are we waiting for?
May the words that were exclaimed by the Catholic martyrs of Mexico and of Spain, those words that were uttered by Father Miguel Augustin Pro eighty years ago on November 23, 1927, be ever on our lips as we pledge our hearts anew each day to Christ the King and Mary our Immaculate Queen:
Viva Cristo Rey!
Our Lady of Guadalupe, pray for us.
Saint Joseph, pray for us.
Saints Peter and Paul, pray for us.
Saint John the Baptist, pray for us.
Saint John the Evangelist, pray for us.
Saint Michael the Archangel, pray for us.
Saint Gabriel the Archangel, pray for us.
Saint Raphael the Archangel, pray for us.
Saints Joachim and Anne, pray for us.
Saints Caspar, Melchior, and Balthasar, pray for us.
Pope Saint Damasus, pray for us.
Saint Lucy, pray for us.
See also: A Litany of Saints
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